My Guide Website?
Omaya Holiday Village
Bulgaria
Omaya es una aldea turística única escondida en lo profundo de los bosques de las Montañas Ródope a unos 19 kilómetros de la ciudad de Gotse Delchev y justo al lado de la frontera con Grecia. Las señales en la carretera te llevarán directamente a los misteriosos portones de este refugio ecológico que se extiende en una zona de 120 acres de tierra, bosque y lagos de pesca. El acceso está, por supuesto, limitado, pero eso se hace únicamente para asegurar que todos los huéspedes de la aldea obtengan el descanso que se merecen en el ambiente más agradable y tranquilo posible. Lo que verás dentro de este complejo es tan absolutamente increíble que apenas puede ser descrito con simples palabras... aún así, vamos a intentarlo.
Hay siete casas poco convencionales repartidas por toda la aldea esperándote. Cada una presume de un diseño único y está hecha de materiales naturales como arcilla, piedra y madera. La clave aquí es que no hay mapas ni indicaciones que proporcionen información sobre su ubicación, es decir, debes explorar la aldea y descubrirlas por tu cuenta. Una vez que encuentres tu lugar, te darás cuenta de que las casas están construidas tan lejos entre sí que es posible que no veas a ninguno de los otros huéspedes en absoluto... y esto es siempre un requisito importante para unas vacaciones relajantes. El interior de tu casa también te impresionará. Está equipado con todas las comodidades que una persona del siglo XXI necesita, incluido un baño moderno, una cama king-size junto a grandes ventanas que ofrecen hermosas vistas de los antiguos árboles coníferos y caducifolios exteriores e incluso un televisor para aquellos que no pueden desprenderse de la civilización... no hay conexión a Internet, sin embargo. Pero sin duda no lo extrañarás, ya que Omaya proporciona montones de otras sorpresas emocionantes.
En primer lugar están los frescos y majestuosos bosques del complejo que son perfectos para paseos tranquilos, recolección de hierbas y meriendas, y los dos lagos donde uno puede pasar horas pescando o paseando en bote. Luego está la tentadora piscina con cómodas tumbonas y almohadas mullidas cuya invitante tranquilidad líquida se mezcla exquisitamente con los cantos de los pájaros y la antigua magnificencia del bosque circundante y evapora cada gota de tensión o incomodidad. Alternativamente, puedes simplemente pedir un cóctel dulce y pasar el rato en el bar cercano.
La comida también es un punto destacado en Omaya. Simplemente ve al pequeño restaurante en la entrada de la aldea y dile a tus amables anfitriones qué tienes hambre. Ellos convertirán tu deseo en una deliciosa comida que puedes disfrutar ya sea en tu casa o en el restaurante